De la biología al diseño: una egresada, en tiendas internacionales

Sofía Mengoni destaca con su identidad


Por Emilio Gola

¿Qué tienen en común una remera, un mousepad y un póster? Que todos pueden tener el diseño creado por Sofía Mengoni, mejor conocida como Chofy87, artista que se desempeña como freelancer para una variedad de tiendas internacionales.

La carrera de Mengoni no comenzó en el diseño gráfico, sino en las ciencias biológicas. Pero en 2018 decidió cambiar de rumbo e ingresó a la carrera de Diseño Gráfico en Da Vinci. Hoy, su trabajo muestra una identidad inconfundible que bebe tanto del anime como de estilos cartoon. Y su cuenta de Instagram termina ese recorrido con tres claves: un primerísimo primer plano al rostro, pequeños puntos que consolidan rasgos y sombras, y la adaptación a las tendencias sin caer en la marcha forzada del algoritmo.

Da Vinci - ¿Cómo fue pasar de la carrera de Biología a la de Diseño Gráfico?

Mengoni - Cursé Biología en la UBA desde 2007 hasta 2014. Luego trabajé como investigadora hasta mediados de 2018. El pasaje de carrera fue un cambio de hemisferio en el sentido literal de la palabra, porque nuestro cerebro tiene dos hemisferios: el izquierdo está más relacionado a lo lógico y lo analítico, mientras que el derecho está más relacionado a lo creativo y la imaginación.

Cuando arranqué la carrera de Diseño Gráfico, mi primer desafío fue el aprender a pensar diferente, el de reajustar mi cerebro a algo totalmente nuevo. Tenía mucho miedo al principio porque venía de una carrera donde no había mucho espacio para la subjetividad o la imaginación artística, y temía que toda esa formación me limitase en la creatividad que se requiere para los diversos trabajos de la carrera y, luego, en la vida profesional. Pero pude desenvolverme sin ningún problema y hasta logré conseguir, en más de una ocasión, la beca que ofrece la Escuela.

DV - Vendés tus trabajos en tiendas internacionales. ¿En qué productos se pueden ver tus diseños?
M - En paralelo a la carrera de Diseño Gráfico, empecé a trabajar como ilustradora para productos en diferentes tiendas internacionales del estilo print on demand. Estas tiendas se dedican a vender productos a pedido, como remeras, buzos, mousepads, posters, imanes, stickers y diversos accesorios relacionados a la indumentaria o para el hogar. Generalmente, estas tiendas trabajan con artistas independientes que cobran una comisión por cada venta. Algunas de estas tiendas, como Teepublic, Redbubble y Displate, son masivas y tienen miles de artistas a lo largo de todo el mundo; otras, como ID Gaming y Gallery Panda, son más reservadas y los artistas son reclutados su staff.

Actualmente trabajo en 10 tiendas. Nueve de ellas son internacionales y están en países como Estados Unidos, Inglaterra, Australia y España. También trabajo en una tienda nacional llamada Flashcookie.

DV - ¿Podés repartir un mismo trabajo en varias tiendas a la vez, o cada una te exige algo distinto?
M
- Este tipo de tiendas no tienen contratos de exclusividad, por lo que puedo publicar en otros lugares o tiendas. En caso de tiendas más exclusivas, donde trabajan con pocas decenas de artistas seleccionados por ellos, está la chance de que pidan exclusividad de diseño o incluso exclusividad de producto.

En ID Gaming me solicitaron que mis diseños fueran exclusivos de su tienda. Como para ese entonces ya tenía todo el resto de mis tiendas funcionando con todos mis diseños, no había chance de sacarlos de aquellas para que solo estuvieran en la nueva. Llegamos al acuerdo de no tener exclusividad en diseños, pero sí en productos: vendo mousepads y deskmats con mis diseños solo para su tienda. Otra cosa que te pueden ofrecer es hacer una colección, es decir, contratar al artista para que diseñe un par de piezas que formarán parte de una colección exclusiva de la marca que no se encontrará en ningún otro lado.

DV - ¿Tuviste obstáculos en tu camino freelancer o se dio de manera fluida?
M
- La verdad es que tuve mucha suerte. Cambiar de profesión no fue fácil. Estuve mal y deprimida por meses, ya que sentía que había invertido más de una década en algo que no me estaba funcionando. Yo dibujaba por hobby y justo antes de arrancar la carrera en Da Vinci me llegó un mail de Teepublic, que había visto ilustraciones mías en mis redes sociales: a su staff le habían gustado tanto que me querían reclutar para su tienda. Ahí se me abrió la puerta al mundo del merchandising onlineEmpecé a buscar y aplicar a otras tiendas. A medida que pasó el tiempo, fui sumando tiendas. Algunas las encontré yo; en otras me reclutaron.

DV - Ojos, puntos, sonrisas y hasta una coneja se ven en tu identidad artística. ¿Cómo llegaste a ellos?

M - Chofy87 es mi marca personal. Tardé alrededor de dos años en diseñarla. La pequeña coneja, a quien llamo CHO, pasó por varias modificaciones hasta llegar a lo que es ahora. El año pasado, y después de una larga espera, logré que mi marca fuera patentada en el país.

La construcción se basa en varias cosas. Por un lado, el nombre nace debido a que me solían llamar “Chofy” cuando era chica, y mis amigos me siguen llamando así. El “87” se debe a mi año de nacimiento. La coneja nace de varias cosas. Por un lado, mi signo zodiacal chino es el conejo. Además, tiene una estrella en la frente en honor a lo que me inspiró arrancar a dibujar, el anime de Sailor Moon. Y su sonrisa se debe a que quiero ofrecer diseños y productos que generen alegría en los demás. Muchas veces recibo mails de clientes de las tiendas que compraron algún producto mío, ya sea para ellos o como regalo para sus seres queridos, y me llena de alegría ver los felices y agradecidos que están. Hubo un mensaje en particular que me conmovió mucho, el de un padre que me agradeció por uno de los productos que había hecho muy feliz a su hija en su cumpleaños.

DV - Tu estilo toma elementos del anime pero también se adapta a las tendencias y a otros rubros como las series y los videojuegos. ¿Cómo lográs esa adaptación?

M - Con el tiempo aprendí que me adapto mucho mejor el anime o el cartoon. Se me dan más fácilmente esas tendencias artísticas que otras más realistas o similares al estilo de cómic estadounidense. Incluso me resulta más interesante y hasta más simpática la soltura visual que brindan esos estilos.

De chica, me compraban unas revistas de Sailor Moon y yo calcaba a los diversos personajes cambiándoles el pelo o la ropa, por lo que mi estilo siempre estuvo orientado al anime. A lo largo de los años, empecé a cambiar: no quería que el anime limitase mi creatividad. Comencé a probar estilos más cartoon, de series que solemos ver en canales como Cartoon Network. De hecho, pude hacer un partnership con esa empresa y Teepublic para crear ilustraciones de sus series para diversos productos.

Además, consumo muchas series, películas y videojuegos, por lo que todos estos idiomas visuales y estilos me sirven para experimentar y probar cosas nuevas. Sigo también a otros artistas que admiro muchísimo y son una fuente de inspiración constante, como Ilustrata, un estudio brasilero conformado por tres ilustradores y diseñadores gráficos.

DV - ¿Cómo organizás tu tiempo para dedicarte a la ilustración, el cómic, la biología, la docencia y la difusión de tus trabajos en redes?

M - Como artista independiente, uno no solo debe ilustrar, sino que debe autopromocionarse, diseñar piezas para publicitarse, estar al tanto de las tendencias, subir contenido en las redes sociales, actualizar las tiendas con los diseños nuevos, avisarle a los clientes de posibles descuentos y más. En resumen, es un trabajo de tiempo completo y el ser organizado es crucial. Obviamente, a veces no puedo con todo. Por ejemplo, hace bastante que no publico FRED y CHO, cómi que narra la historia de la conejita y su amigo dinosaurio FRED (inspirado en un juguete de mi infancia) a través de distintas situaciones cotidianas. Tuvo muy buena recepción en Instagram y WEBTOON, y espero retomarlo pronto.

Como docente también soy muy organizada porque hay que crear cronogramas de cada una de las clases y el material para los alumnos, y también garantizar que las clases sean lo más claras posibles. Esto es crucial para desarrollar una clase entretenida y amena. De esa manera, los alumnos adquieren los conocimientos más fácilmente. La clave de todo es la organización y la previsión. También es importante tomarse un descanso para recargar energía.

En cuanto a la biología, mi último contacto fue en 2018, cuando decidí cambiar de profesión. Pero eso no significa que mi interés por la ciencia haya desaparecido: cada tanto suelo informarme y hoy día sigo sintiendo la misma curiosidad y cariño que me hizo arrancar esa carrera.

DV - ¿Tenés algún hábito que te ayuda?

M - No soy de levantarme temprano, pero tengo la costumbre de hacer una “agenda mental” para cada día. De esa manera, llevo registro de lo que hice y tengo que hacer para lograr la mayor productividad posible.

El Sticky Notes de Windows se volvió un amigo inseparable. Allí anoto fechas o cosas que sé que me puedo olvidar. También anoto ideas que tengo para diseños. Generalmente a la noche se me ocurren ideas que dejo anotadas en el teléfono para después pasarlas al Sticky Notes. Después, el Excel es muy práctico para llevar un listado de alumnos, notas y el cronograma de cada cuatrimestre con el temario correspondiente. Y utilizo Illustrator para crear clases teóricas y ejercicios.

Hay días en que estoy cansada, y en otros, muy activa. Así que mi jornada laboral puede ir de un par de horas a un trabajo constante hasta la medianoche (cuando ando muy inspirada).

DV - Teniendo en cuenta que ya tenías conocimientos de ilustración antes de llegar a Da Vinci, ¿cuál fue tu objetivo allí?

M - Si bien ya dibujaba desde chica, el Curso de Ilustración Artística/Digital fue un punto de inflexión porque nunca había contemplado el arte como trabajo profesional. Gracias a los maravillosos docentes que tuve en el curso -donde no solamente me enseñaron, sino que me demostraron que se podía vivir del arte-, gané la confianza necesaria para encontrar mi profesión.

Luego, en la carrera, quise seguir aprendiendo y perfeccionándome, y conocer el amplio abanico de especializaciones a las que uno se puede dedicar, así como obtener el título que me abriera puertas en la vida laboral. Conocí docentes que me despertaron curiosidad e interés por cosas que jamás creí que me interesarían. Aprendí sobre el increíble y largo proceso que es crear una marca o identidad, la lógica y la psicología detrás del marketing, la originalidad en los diseños de miles de piezas editoriales o de packaging, la historia del arte y cómo la humanidad desarrolló tendencias artísticas que perduran, y el uso de una variedad de programas que uso actualmente.

DV - ¿Tuviste algún aprendizaje específico que te marcó?

M - En el curso me marcó mucho el comprender las partes más técnicas del dibujo, desde perspectiva, anatomía y tipo de trazos hasta la teoría de luz y sombra. Eran cosas que, hasta el momento, tocaba de oído por mi formación autodidacta y no conocía en profundidad. 

DV - ¿Y en la carrera?

M - Algo que me ayudó muchísimo a mejorar fue, por un lado, el uso de programas como Illustrator y Photoshop. También, la teoría del color: si uno hace un paneo de mis dibujos pre y pos-Da Vinci, una de las primeras cosas que saltan a la vista es el tema del color. Antes usaba colores muy apagados, al punto que mis ilustraciones perdían impacto visual. Le tenía miedo a los colores fuertes o saturados. Eso cambió completamente en la carrera, donde de a poco me animé a usar colores cada vez más fuertes y hasta jugar con ellos para generar paletas más llamativas e interesantes.

Además, los elementos de tipografía y composición me sirvieron enormemente para que mis ilustraciones gozaran de equilibrio visual y del aprovechamiento de tipografías en algunas de ellas.

DV - ¿Qué otras metas querés cumplir a nivel laboral?

M - Me encantaría seguir creciendo como ilustradora y diseñadora para productos, y seguir perfeccionándome como artista para que cada vez más y más personas me conozcan y quieran adquirir mis ilustraciones y diseños.

Uno de mis sueños es poder llegar a tener mi propio stand de merch en alguna convención internacional como la Comic-Con, o incluso desarrollar mi propia tienda sin la necesidad de terceros o intermediarios. Me gustaría llegar al nivel y profesionalismo de muchos artistas que me han inspirado -y aún me inspiran- para continuar por este camino.

Etiquetas: Diseño Gráfico Experiencia laboral Ilustración y Comics

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